Blogia
FRANK EINSTEIN: Walking silly since 2004

MIS IDAS DE OLLA

Acontecimiento

En breve, y con paciencia y saliva (como le dijo el elefante a la hormiga) voy a intentar mudarme de blog.

¿Razones? Que Blogia ofrece un servicio bastante regulero, que hay otros servidores que ofrecer colgar imágenes más fácilmente y sin que se desconfigure la plantilla y , principalmente, que con esto del Facebook todos los pasos tediosos que tienes que hacer en Blogia se me hacen cuesta arriba (uséase, que me he vuelto algo vaguete).

Aparte, creo que el "acontecimiento planetario" (L. Pajín dixit) que se aproxima a éste vuestro servidor (la publicación inminente de "Mario y Dushala: Crononautas del Milenio") se merece un cambio de aires.

Permanezcan atentos a sus pantallas...

La dichosa magdalena

Proust, en ese tochazo que es "En busca del tiempo perdido" (sólo conozco dos personas que se lo han leído realmente, todos los demás hablamos de él de oídas), toma como excusa el sabor de una magdalena para retrotraerse a su infancia. Y desde entonces ha sido un recurso explotado en muchos libros, películas, etc...Siempre se me viene a la cabeza ese personaje fabuloso del crítico Anton Ego de "Ratatouille" que al probar el plato que da nombre a la película rememora irremediablemente veranos felices en el campo.

Algo parecido me ha pasado últimamente. En dos ocasiones-

La semana pasada el médico le recetó a Lorena amoxicilina. Nada grave, no os preocupéis. Yo soy alérgico a ese compuesto químico. O eso me dijeron-La cosa es que son unos sobrecitos que se disuelven. Y el otro día se lo preparé yo y al echar el sobre en el vaso me vino el olor de la medicina. Era la misma medicina que tomaba mi abuela todos los veranos en Roquetas de Mar, en el porche de mi tía Pepita. La tomaba después de todas las comidas, se dejaba un culillo de agua en el vaso y lo removía con el mango del cuchillo despacito. A mí me encantaba el sabor de esa medicina, pero como no me podían dar, ella me dejaba darle un segundo agua al vao, una vez que ella se la había tomado y quedaba el regusto del excipiente.

La segunda experiencia proustiana.Hace ya un tiempo, mi hermano recuperó la receta de la Mousse de Chocolate que solía hacer mi madre. Mi cuñada se extrañaba porque él quiso hacerla justo al terminar el primer plato, que es como mi madre lo hacía siempre, mientras que los hermanos hablábamos animados con mi padre. La trajo a la mesa de su casa, en copas y fue al probar la primera cucharada que se me vinieron las lágrimas a los ojos. Los tonos de café, el chocolate, el contraste del frío y la calidez del chocolate... parecía que la tenía de nuevo delante de mí, ofreciéndome si quería más. Me quedé sin palabras, el nudo en la garganta era tal que era incapaz de mascullar un "gracias"al devolverme recuerdos que hacía tiempo que tenía enterrados, como una epifanía en forma de postre. No le pedí la receta ni creo que lo haga, porque debe ser para momentos especiales, como cuando nos reunimos todos los hermanos y nos reímos como antes.

Es curioso que estas experiencias sólo sean tan intensas con el sentido del gusto o el olfato. Al oir una canción o ver una película, o un cuadro, los recuerdos son nítidos, pero no son tan brutalmente reales... Cosas raras.

 

PD A propócito, ayer terminé esto. En septiembre, en sus colegios preferidos.

Todo el mundo es güeno

Ya me lo han dicho varias personas, así que debe ser verdad: me creo que todo el mundo es bueno. Y prefiero vivir en esa utopía, como si fuera una especie de "presunción de inocencia automática" que ir clasificando a las personas que conozco.

Mis amigos saben que cuando conozco a alguien nuevo, por defecto lo pongo en el saco de la "buena gente". Por el simple hecho de ser un conocido de un amigo asumo que es buena persona. pero claro, las malas personas también tienen amigos. Y puede que esos amigos, de rebote, también sean míos. Y entonces me enfrento a un garbanzo negro que se cuela en mi cocido. Pero yo no lo sabré hasta que me la meta doblada.

"Eres muy bueno, y a veces te pasas a tonto". me dicen.

Pero soy así. Doy muchas oportunidades. Una mala persona, me lo tiene que demostrar muchas veces para que me lo crea. Simplemente porque es algo que me choca mucho, algo que no concibo, que va contra mis creencias.

Pero una vez que el vaso se desborda no hay vuelta atrás. Lo malo es que cada vez que me encuentro de casualidad con alguna de esas personas, el corazón me late muy fuerte, porque es como encontrarme con un ser de otro planeta, como que veo a alguien que SÉ que no debería estar a mi lado, que no se lo merece. 

Gracias a Dios no me ha pasado demasiadas veces. Pero cuando me pasa, es como escupir mis principios en mi cara, demostrarme que en este mundo hay gente buena y mala también. Y en esos momentos necesito leer o ver historias épicas, en als que se me demuetra que el bien triunfa sobre el mal, que al bueno no le pasa nada y el malo recibe su merecido. Eso, y echar un vistazo a mi alrededor y ver a todas las buenas personas que tengo a mi alrededor.

Reunión de magos

Cuando el hombre sólo se tapaba las vergüenzas con taparrabos y andaba aún enchepado por estos mundos de Dios, existían chamanes que se dedicaban a pintar por las paredes. Eran grandes magos muy respetados y el resto del pueblo, que aún se comunicaba con gruñidos, los admiraba  porque podían capturar el alma de las cosas en una pared utilizando tan sólo un palo y algunos pigmentos de arcilla o carbón.

A los artistas nunca se les tuvo igual veneración. Jamás.

De hecho se les fue despreciando como si fueran simples artesanos hasta el siglo XVII cuando hubo un movimiento para que se les considerara "intelectuales". Ya no gente que utiliza la magia, sino su cabeza y sus conocimientos para atrapar el alma de las cosas en un papel o en un lienzo. Nunca me ha extrañado la creencia de los indios americanos que no querían hacer fotos porque les robaba el alma. Porque tenían razón. Una pequeña parte de tí pasa a formar parte de un papel, auqnue no creo que sea un robo sino una multiplicación. Pasas a ser "tú más una representación de tí" que se irá aumentando exponencialmente.

Pero sólo algunos elegidos pueden hacerlo sin  ayudarse de cámaras ni artilugios mecánicos. Y esos mismos, aún hoy en la Era de la Información, son capaces de seguir sorprendiendo al resto de la tribu atrapando el alma de la naturaleza en un papel o un lienzo o la pantalla de un oprdenador.

He tenido la oportunidad de codearme con muchos de estos magos. Algunos deforman la realidad hasta que es irreconocible y otros la enseñan incluso mejor de lo que es. Otros la interpretan y otros te enseñan a realidad que hay dentro de ellos. Pero todos ellos son magos de un arte antigua.

A veces, cuando se reunen, comparten secretos, técnicas, modos de hacer las cosas. Pócimas, conjuros, danzas a la luna. Y el resto de los mortales se embelesan viendo la danza del lápiz sobre el papel. Saben que los magos poseen un don que ellos nunca tendrán.

Amistad

 

Tras tanto tiempo sin actualizar, este blog se merece algo bueno.

Mi padrino murió hace unos tres años. Era un hombre alto, enjuto, calvo. Mi padre le conoció ya en Madrid, cuando empezó a llevar a mis hermanos al colegio y dió la casualidad de que eran de pueblos cercanos. Entablaron tanta amistad que llegaron a nombrarlos padrinos de su quinto hijo.

Tras mucho tiempo, mi padre se jubiló y le gustaba mucho andar por el barrio con el que era su amigo desde hacía ya tanto tiempo. Se reunían en cafés cercanos a arreglar el mundo, a hablar de política, de fútbol, de religión, de la familia... de la vida. A menudo se unían a la tertulia Pepe, el farmacéutico, un hombre que hablaba muy alto y manolo, un hombre que, incluso siendo yo un niño, me parecía muy bajito.

El último año de la vida de mi padrino fue, al igual que el de muchos otros, un continuo ir y venir de hospitales a casa. Hasta que le dijeron que ya no podían hacer más (que a veces es una bendición saber que te puedes ir a esperar a la blanca dama a tu casa y no tener que estar en un lugar higiénico rodeado de extraños). Mi padre entonces trasladó su tertulia a casa de su amigo. Él postrado en su cama y mi padre y su mujer al lado, hablando como siempre de esas cosas que tanto importan. así fue todas las mañanas durante muchos días. Mi padre iba a misa temprano y después pasaba la mañana con su amigo. 

Hasta que un día mi padre llegó a casa llorando. "Se me ha muerto en las manos" me dijo. Con su mujer sujetándole una mano y su mejor amigo sujetándole la otra. A un lado la mujer que le había dado cuatro hijos y muchos nietos. Al otro su compañero fiel durante más de treinta años.

Eso es la amistad. La de verdad. Yo a menudo pido a Dios que el día que me toque, pueda ser así o algo parecido. No se me ocurre una manera mejor.

Las 16 cosas que me costó 50 años aprender

 

Un lista fabulosa de un americano que ha sido traducida recientemente.

De la 6 sólo me doy cuenta cuando estoy borracho, y es algo que me ha costado mucho. La 8 la llevo sabiendo desde los 17 años, y nunca me han gustado.

Y de la número 13 the estado seguro siempre. Además, en EEUU; Neil Hennigar me dijo también una vez que "nunca te fíes de alguien que no le guste a tu madre o a tu perro." Y tampoco falla.

1. Nunca, bajo ninguna circunstancia, tomes una píldora para dormir y un laxante la misma noche.

2. Si tuvieras que definir con una sola palabra, por qué la raza humana no ha aprovechado y nunca lo hará, su total potencial, esa palabra sería “reuniones”.

3. La línea que separa a “hobby” de “enfermedad mental” es muy delgada.

4. Las personas que quieren compartir sus puntos de vista religiosos contigo casi nunca quieren que tú compartas el tuyo con ellas.

5. Nunca debes confundir tu carrera con tu vida.

6. A nadie le importa si no bailas bien. Levántate y baila.

7. Nunca lamas un cuchillo de carne.

8. La mayor fuerza destructiva del universo son los chismes/cotilleos.

9. Nunca encontrarás a alguien que pueda darte una razón clara y contundente a favor de los cambios horarios para ahorrar energía.

10. Nunca debes decir nada a una mujer que pueda significar remotamente que piensas que está embarazada a menos que estés viendo a un bebé salir de ella en ese momento.

11. Hay un momento en el que debes dejar de esperar que tu cumpleaños sea algo relevante para el resto de la gente. Ese momento es cuando tienes 11 años de edad.

12. La única cosa que une a todos los seres humanos, sin importar edad, sexo, religión, estatus económico o etnicidad, es que, muy profundamente, todos creemos que somos mejores conductores que el resto.

13. Una persona que es agradable contigo, pero trata mal a un camarero, no es una persona agradable. (Esto es muy importante. Presta atención. Nunca falla.)

14. Tus amigos te quieren a pesar de todo.

15. Nunca tengas miedo de probar cosas nuevas. Recuerda que un amateur solitario construyó el Arca. Un gran grupo de profesionales construyó el Titanic.

16. Pensamiento del día: Los hombres son como el vino fino. Comienzan siendo uvas, y depende de las mujeres quitarles a golpes lo que sobra hasta que quede algo aceptable con lo que acompañar una cena.

My super imagination

Os voy a confesar una cosa: las películas de miedo nunca me han dado miedo.

Es decir, lo que me da miedo no esla película en sí, sino alimentar una cosa que me da miedo de verdad: mi imaginación.

Siempre he sido una persona muy imaginativa. Tengo la imaginación hiperdesarrollada. Las pesadillas que tenía de pequeño (y de mayor) son terribles. Sí, ya sé que las pesadillas no son plato de gusto de nadie, pero las mías siempre han sido especielmente creativas y especialmente terroríficas. Me daban ataques de llorar, de no dormir en toda la noche... De hecho la mayoría de las noches en las que no podía dormir era porque tenía miedo de lo que pudiera pasar esa noche. Rezaba todas las noches para no tener pesadillas. Y a veces aún lo hago.

Sé que nunca tomaré nada alucinógeno por miedo a lo que pueda ver en la realidad, que puede ser ya la repanocha. Pero es que mi imaginación a veces es mi peor enemigo, a la vez que es mi mejor amigo en la mayoría de las ocasiones.

 Sé que tomarme algo raro sería desatar a todas esas criaturas que tengo en mi interior que no siempre son agradables, y que vendrían a por mí, o a hacer daño a mis seres queridos.

En fin. Es lo que tiene tener una mente como un laboratorio de científico...

Entre el sueño y la vigilia

Existe en los despertadores una opción celestial. Suele llamarse "snooze" que yo traduzco por "vaguear", te premite parar el despertador de esa llamada a la vida real y dejarte los famosos "cinco minutitos más".

En esos cinco minutos de descuento puedes recibir todos los beneficios de estar dormido estando consciente: la cama está más calentita, las sábanas más suaves, la postura siempre es la más cómoda sea cual sea. Es como si estuvieras frente a la puerta de la realidad, pero con tiempo para detenerte y observar el timbre, el pomo y el piso en el que te encuentras.

Nada más despertarte, te quedes en la cama o no, el tiempo se vuelve corto. A menudo me ha sonado el despertador, he saltado de la cama y me he quedado sentado al borde, y al darme cuenta había pasado media hora.

Y después de esos fabulosos "cinco minutitos" vuelves a la rutina: a vestirte, a desayunar, sacar al perro, trabajar... Pero has tenido esa pequeña visión del paraíso resumida. Un pequeño Refugio de la realidad, una Tierra de Nadie de paso en la que sólo puedes permanecer un poquito cada día. 

PD Acabo de leer "Fábulas: el buen príncipe" Y me ha encantado completamente. Yo quiero ser como Ambrose I, hacer todo lo que hace y cómo lo hace. Apasionante. Cada vez va a mejor la serie.

Un año más

Alguien me explicó no hace mucho tiempo por qué cuando te vas haciendo mayor, los años parece que pasan más rápido. Cuestiones psicológicas, de almacenaje en la memoria y cosas de esas que yo no llego a creerme mucho, porque me parece que los psicólogos muchas veces tratan a las personas como si fueran animales de laboratorio o amasijos de acciones y reacciones. Pero la verdad es que este año ha pasado muy rápido.

Me cuesta pensar que hace un año estaba trabajando como becario en Bankinter, en el departamento de Branding. Un trabajo gris, que me daba un dinerillo, pero a lo que nunca pensaba dedicarme por entero. Y tras un año de monitor y profesor, de pequeños trabajos y de amo de casa ha tenido que ser justo al final cuando vea resultados, que el año que viene (al menos la primera mitad) va a ser muy dura, muy llena de trabajo. Pero de un trabajo que adoro y que me completa como persona.

También ha sido mi primer año entero como casado. Y, francamente, ha tenido momentos de discusiones duras, aunque la mayor parte de ellas han sido por absurdeces, y también ha tenido momentos muy dulces. Un año entero de convivencia del que no me arrepiento ni un solo segundo. Y que después de todo, seguimos más unidos que nunca y con proyectos para el futuro.

Tengo la fortuna de decir que en este año no he perdido ningún amigo, ni nigún ser querido, y sí que he ganado algunos. Que me sigue fascinando Madrid, pero me voy haciendo a vivir lejos de la ciudad, que me ha dejado muchas películas, libros y discos buenos (muchos de los cuales aún tengo en la mesilla) y que en este año que entra voy a necesitar MUCHA música nueva, ya os pediré ayuda a mis gurús habituales.

Y que, a pesar de todas las mandangas de crisis y demás que nos van diciendo en las noticias... Yo no creo que haya estado tan mal. Al menos para mí.

¡Feliz año 2009 a todos!

Who do you want to be?

Una semana bastante curiosa. Tras quitarme de en medio las clases del CAP recibí una llamada. Para un trabajo como comercial en una editorial.

O lo que es lo mismo, para vender enciclopedias.

Estuve en la entrevista donde me metieron prisa por contratarme y más que venderme yo a la empresa se me vendieron ellos a mí,  y ambas cosas me escamaron mucho. Me ofrecían bastante dinero, y no parecía un trabajo difícil. Pero la presura para decidirme me dió muy mala espina y decidí al fin decirles que no.

Salí de la entrevista pensando en si había dejado pasar una gran oportunidad. Encendí el iPod y la Oingo Boingo me gritaba "Who do you want to be?" a lo que yo sólo podía responder que quería ser yo mismo. El problema es si el mundo me va a dejar serlo, claro.

Al llegar a casa, busqué el nombre de la empresa y todo lo que encontré fueron quejas de estafa y demás. Así que prefiero estar sin trabajo pero con la conciencia tranquila que viceversa.

El lunes recibí una llamada de un alemán hablando en inglés como lo hablan los Python cuando imitan a Hitler. Me ofrecía un trabajo de Game tester (probador de videojuegos) ¿Puede haber un trabajo más chulo que ése? El problema es que el sueldo no era nada del otro jueves y me tendría que mudar a Frankfurt, con todas las salchichas. Le dije que me diera un día para pensarlo, era un cambio muy fuerte. Y como buena gente que era, me dijo que sí.

Pero esa misma noche me llega un email que llevaba esperando desde hace tiempo. Gracias a un amigo, vamos a publicar un cómic de 45 páginas y una guía didáctica para profesores, pagada por la UNESCO, y con una gran tirada. El calendario de entrega me marca que va a ser toda la primera mitad del 2009, que va a ser publicado a gran escala y que cuentan conmigo. Y que me pagan muy bien.

Así que la Oingo Boingo tenía razón. Voy a ser dibujante. Lo mismo que llevo siendo desde que tengo conciencia.

2009 se presenta como un año lleno de oportunidades. Y igual que 2007 fue un gran año para mí, tras este tiempo de barbecho y de encontrarme a mí mismo que me ha permitido mi mujer, las cosas van a ir a mucho mejor.

Se os quiere.

¡Feliz Navidad!

Cifras y Serbios (Parecidos razonables)

¡Cuál sería mi sorpresa al ver esta mañana en el periódico que Radovan Karadzic (ex lider serbo-bosnio que está siendo juzgado por genocidio y cosas menores de esas, nótese el sarcasmo) lleva años en Telemadrid dándoselas de entendido en lingüística!

Luego, al salir de cada grabación, se ponía la barba de viejo borracho esa que llevaba cuando le encontraron y listo. Como El Solitario.

Bueno, es coña. Que nadie se me soliviante. Pero ¿a que sí que se parecen?

"Lo lamento... Genocidio no aparece en mi diccionario"

Plumas invitadas 3: Darío

"Cediendo a la muy insistentes peticiones de Borja (ninguna, vamos) me decido a participar en esta nueva trama de “la pluma invitada”. Evidentemente jamás podré expresarme sentimentalmente como Lorena (ya que los sentimientos hacia el implicado son distintos, gracias a Dios) ni mucho menos escribir como el amigo Sergio (profesional del periodismo) pero sí puedo hablar a mi manera, que ya es bastante particular.

 Tanto Lorena como Sergio han explicado de forma extraordinaria el virtuosismo de aquí el amigo con el lápiz y el papel, cosa que es más que conocida por todos aquellos que hayamos compartido, aunque sólo sea un café y que por supuesto es digno de alabar y de envidiar. Porque hay cosas que son dignas de ser envidiadas y el Don de Borja desde luego lo es. Así que he preferido escribir sobre algo que al menos a mí me ha parecido siempre más fascinante que su arte. Él. 

Conocí a Borja a los 15 años si no recuerdo mal, así que llevamos demasiados años soportándonos el uno al otro, y desde entonces creo que nunca he podido imaginar mi vida sin su presencia (muy a su pesar) En aquel momento, increíblemente convulso de mi vida (para aquellos que lo conozcan) aparecieron en mi vida 3 señores espectaculares, entre ellos él, que fueron referencia y apoyo desde entonces.

 

Borja es una persona con una cualidad casi excepcional en este mundo. Tiene costumbre de creer, como decía el título de aquella película, que “tó er mundo es güeno” y aunque alguien pueda decepcionarle hasta un punto extremo es capaz de mantener semejante criterio, lo cual sorprende en demasía a los escépticos como yo, que primero piensas que todo el mundo es ruin y de vez en cuando alguien te sorprende.

 

Incluso en las situaciones más extremas y complicadas es capaz de conseguir arrancarte una sonrisa, una risa y hasta una carcajada. En esta vida es muy fácil conseguir cabrear a alguien, es muy fácil hacer llorar a alguien, pero harto complicado conseguir que alguien cabreado o triste ría, y eso es muy capaz de hacerlo. Por eso acabas encontrando en él a ese ser humano que te ayuda a escapar de todo y que te hace feliz con muy poco.

 Por supuesto y como todo dios tiene defectos, si no los tuviera no sería persona, pero se quedan muy pequeños en comparación con sus virtudes (cosa también poco usual, a la mayoría nos superan nuestros defectos) Quizá sea por esa inocencia que parece tener, que la esconde cuando quiere, lo que hace que sea capaz de ver la flor de loto que crece en medio del fango y eso... no tiene precio (sobre todo para los que nuestro fango no deja crecer ni a las malas hierbas) 

Gracias por cruzarte en mi camino, deberías haber girado a la derecha en el cruce muchacho, ahora te ves en el camino de la vida soportándome... te aguantas.

 

No cambies nunca."

Pues ahí queda eso. Muchas gracias, campeón. Gracias a todos los que estáis escribiendo cosas tan guays aquí.

Sobre todo en un día en el que he descubierto que algunos viejos amigos pueden volver sólo por el interés.

Plumas invitadas 2: Sergio

"Nunca es sencillo describir el talento de una persona a la que quieres. Es decir, es más sencillo que casi cualquier otra cosa, pero puede parecer que el hecho de que te unan vínculos sentimentales con él puede facilitarte en exceso el trabajo y tal vez llegues a pecar de oportunista. Supongo que la honestidad tiene mucho que ver en este asunto, así que trataré de ser sincero y de no tener que exagerar un ápice este texto.

Borja es artista. Lo oyes así y parece que comparas la aseveración con algo parecido a Marcial, eres el más grande, pero nada más lejos de la realidad. Digamos, y no me quiero poner espeso con el tema, que arte es aquello que transmite y gusta. Es decir, que tiene una doble vertiente: la sensual, lo que percibes a través de la vista o el oído, y la cognitiva, aquello que esa obra quiere decirte, aquello que el autor ha querido expresar. Y Borja es artista porque reúne las dos cualidades, pero con una premisa fundamental y anterior: tiene talento para expresar lo que piensa.

Recuerdo la primera vez que crucé mi camino con Borja. Le conocía de vista, en el colegio, como conoces casi a cualquier persona. Le has visto en el patio, has cruzado alguna vez alguna palabra con él… Un fin de semana de convivencia colegial en Pascua hizo que supiera quién era aquel chaval que hacía garabatos tan bien. Desde entonces he podido comprobar cómo Borja dibuja de una manera innata. Ha practicado desde que le conozco, claro está, pero para él dibujar es como para los demás hablar. Uno ve algo y las palabras le sirven para describirlo. Borja lo piensa metido en una viñeta o en un marco. Le pone los colores perfectos y adecuados a cómo debería ser (creo que hasta al Greco le quiere pintar el Entierro del Conde Orgaz de un color más intenso). Y lo cojonudo es que le sale. Lo plasma, lo describe con trazos. Lo que quiere decir con su dibujo lo dice y además te gusta la manera en la que lo hace. Puede ser Lobezno, un Corto Maltés trasnochado, el cartel de Guardias, Guardias o una caricatura de House. Pero también puede ser un cuerpo fofo, un futbolista con grandes dientes o una mujer desnuda. Es impresionante además, porque cuando llegas a conocer un poco a Borja, consigues averiguar cómo es su estado de ánimo a través de lo que está dibujando en ese momento. Si es urgente, si es pausado, si necesita algo, si quiere ofrecer alguna cosa… Eso es lo genial del talento de Yagüe. No dibuja sólo porque le sale. Dibuja porque lo necesita como vehículo de expresión.

En mi casa hay una pared con su nombre, él ya lo sabe. "

Ambos textos me han encantado y ya saben ellos dos que se lo agradezco muchísimo. Os quiero.

Plumas invitadas 1: Lorena

"Antes de comenzar a escribir quiero dejar claras un par de cosas: primera, mis conocimientos de arte lamentablemente se limitan a un trimestre en el instituto (un tercio de la asignatura de historia que me gustó muchísimo, pero en la cual por estar en ciencias puras no pudimos ahondar…). Y segunda, mis habilidades plásticas son las de un niño de 3 años. Y no exagero. 

Creo que para describir el arte hay que usar el arte. En una ocasión, yo tenía algo así como 10 años, vi una viñeta de Mafalda en la que Guille había pintado todas las paredes de su casa con todo tipo de dibujos y, al verle su madre, éste le pregunta “¿No ez incdeíble todo lo que puede tened dentdo un lápiz?”. Y es que en eso consiste la magia de los artistas del lápiz y el pincel, en la cantidad de sueños, mundos e ilusiones que son capaces de crear con tan sólo unos trazos. Con razón se dice que “una imagen vale más que mil palabras” y es que nosotros, el resto de pobres mortales, muchas veces nos tenemos que limitar a tirar durante minutos, e incluso horas, del lenguaje verbal para tratar de conseguir lo que un artista del dibujo es capaz en unos segundos.

Sin embargo lo peor de todo es que resulta que tengo al “enemigo” en casa…Claro, eso si no tengo en cuenta que en cierto modo fui yo quien lo busqué; si aquel día me hubiese estado quietecita en clase y atendiendo en lugar de buscar gente a la que les gustasen los cómics a través de mis amigas, ahora no estaría así. Pero no lo pude evitar. Siempre he admirado a ese tipo de personas capaces de crear un mundo de la nada, a esas personas que aún tienen a ese niño que los demás hemos en cierto modo dejado marchar, bien dentro y con muy pocas ganas de marcharse. Tan inocentes y a la vez tan inteligentes como para saber exactamente lo que quieren decir y cómo lo quieren decir, no como yo, que siempre divago sin fin.

Por todos estos motivos Borja no podría ser otra cosa más que dibujante. Es posible que en el mundo en el que vivimos tenga que llevar a cabo miles de oficios, pero su profesión, su vocación, siempre será la de dibujante. Porque ver su obra es como ver a ese niño dibujando, porque entender su obra es como ver a ese adulto diciendo exactamente lo que quiere.

Recuerdo que en una ocasión, antes siquiera de que nada pasase entre nosotros, le pregunté cómo veía él el mundo, si lo veía tan real como era o si para él era como vivir dentro de una película de animación. Y me contestó que él no podía evitar verlo todo a través de los colores de una acuarela (o algo así), que él veía el mundo como un gran dibujo, que todos éramos dibujos para él. Y me encantó esa idea, me pareció una visión muy optimista de la vida, la misma que él siempre plasma en sus obras.

 

Si tuviese su talento no hubiese tenido que escribir todo esto…."

Espero que os haya gustado. Mañana más. Y esta vez he invitado a un plumilla "pofesioná", un periodista todoterreno.

Teorías: a propósito del talento

(Medio artículo del otro día se quedó en el limbo del internet: Decía que ya he dibujado las anatomías humanas tantas veces que ya me sé por dónde van o dónde irían en un escorzo o en una deformación para que resulte coherente al ojo.)

A lo que iba. En el anterior artículo comentaba Sergio algo del talento. Y esta es una discusión que he tenido a menudo con mucha gente. Al verte dibujar te suelen decir: "Yo eso no sería capaz de hacerlo" (y en realidad, nadie lo podría hacer igual, ni siquiera yo calcándolo lo haría ). La cuestión es que con formación y con mucho mucho trabajo cualquiera podría hacerse dibujante o pintor. Cualquiera que no tuviera un "algo" innato podría ser un artista solvente (frecuentemente me pregunto si yo soy uno de estos). Pero si además de trabajo duro tienes un "algo más", una cualidad innata tan visible como los ojos azules o el pelo oscuro, una cualidad casi genética, se puede pasar de ser un artista solvente a algo más, al genio artístico.

Esta teoría se podría aplicar a cualquier campo artístico en realidad, con muhca formación se puede llegar un bajista muy bueno, pero Paul McCartney además tiene talento para ello. creo que se ve bastante claro.

Creo que uno de los signos claros del talento es el trazo, la simple linea que se marca con el lápiz. Y es muy detectable que una linea, aunque sea insegura, tenga personalidad. Uno de mis profesores de Bellas Artes (en esos tiempos en los que me preparaba para el ingreso) me dijo que la mayoría de mis cuadros se salvaban por tener un trazo precioso, y Pedro Carrasco (el pintor, no el boxeador) me dijo que era muy curioso que construyera figuras tan suaves con lineas tan duras. (quizá sea ése el reflejo de mi personalidad). Y es que si en un dibujo el artista aunque se disfrace, se dibuje siempre a sí mismo, en el trazo sería la manera más concisa y más abstracta de presentar su personalidad ante el mundo.

Para ver esto no tenéis más que observar los maravillosos trazos de los dibujosd e Picasso, de Goya o de Rubens en sus dibujos preparatorios, que son absolutamente deliciosos.

Teorías 1

Mirando hacia atrás, toda mi vida he dibujado. He dibujado y he sido un dibujo animado. Los que me conocen me han oído la historia mil veces de que yo no saltaba, yo "toinaba" y cuando me pedían que lo hiciera daba saltos diciendo "toing, toing". Es decir, ya desde pequeño era un dibujo animado.

Es curioso que la gente se pregunte cómo ven algo los ojos de un artista. Si yo veo las cosas caricaturizadas directamente y vivo en ese mundo distinto al suyo. Y es curioso porque el proceso de dibujar pasa por varios estados. Mis ojos y mi cerebro reciben la información exactamente igual que el de cualquier otra persona. Después hay una sensibilidad especial hacia cierto tipo de lineas, cierto tipo de colores o de volúmenes que me gusten más o menos y es la traducción del cerebro a la mano donde se fragua el estilo.

Y es que desde que una cosa es captada hasta que es expresada por el lápiz hay una serie de filtros importantes entre los que están la educación y la formación, valores sociales (qué quiero que los demás vean de mí), así como influencias de artistas que me gusten (este ojo quedaría bien tal y como lo hace tal artista...). Del mismo modo, pasan por mi mente anatomías, que las he dibujado tantísimas veces que ya sé