Y se acabó.
Fíjate que yo me lo había imaginado de una manera totalmente distinta. Yo pensaba que al final iba a dar unos cuantos saltos de alegría gritando "¡Por fin!¡ya no tengo que comerme más marrones, ni ordenar a nadie nada, ni discutir o recibir críticas de nadie!"
Pues no.
Al final me quedé, como todos los días, siendo el último en salir, con las llaves en la mano, resonando tristes mientras cerraba las puertas. Me subí al escenario (me pareció tan vacío), miré al patio de butacas, repasé mis frases.
Y no pude evitar llorar. Pero llorar con moquera incluída, cosa que no hacía desde tanto tiempo que ya no lo recuerdo. Aún así, pude apagar todas las luces. Bajé del escenario despacito y con paso apesadumbrado. No me había dado cuenta, pero había tantísimo de mí puesto en la obra, que me he quedado muy vacío.
Vimes, Zanahoria, Colon y Nobby, Urdo Van Pew, el Patricio, la Hermandad volvían a los libros de los que salieron, desde donde cobraron vida durante muchas horas de ensayo y muchos ratos de funciones. Mis personajes volvían a su carcel de papel, y a nuestra imaginación. Atrás queda el sueño de verlos correteando por escena, de verlos reír, hablar, moverse.
Al principio fue un sueño.
Pero después fue real.
Un sueño TAN real...
Con tantas complicaciones como soluciones, que es lo que lo hicieron más real aún.
Y ahora se ha acabado.
Llevo todo el día reptando, porque aunque creyera (y siga creyendo) que es un alivio, que debo recuperar muchas cosas ahora (a mi familia, mi novia, mis amigos, volver a hablar con la gente sin que tenga miedo de que les meta en algún lío), me sigue dando mucha pena.
Ahora se ha acabado.
Pero no ha estado tan mal ¿no? :D :D :D :D
Se te queda en la boca un regusto a hidromiel, a cinta tack recién cortada, a decenas de comidas rápidas en el patio, a carreras con la máquina de humo.
El sabor más dulce que existe. El sabor no sólo del éxito, sino de saber que no es un éxito baladí, sino que va servir para que mucha gente goce de una educación.
Una pequeña semilla.
La famosa gota de agua en el desierto.
Os quiero.Ya sabéis quiénes sois.
Pues no.
Al final me quedé, como todos los días, siendo el último en salir, con las llaves en la mano, resonando tristes mientras cerraba las puertas. Me subí al escenario (me pareció tan vacío), miré al patio de butacas, repasé mis frases.
Y no pude evitar llorar. Pero llorar con moquera incluída, cosa que no hacía desde tanto tiempo que ya no lo recuerdo. Aún así, pude apagar todas las luces. Bajé del escenario despacito y con paso apesadumbrado. No me había dado cuenta, pero había tantísimo de mí puesto en la obra, que me he quedado muy vacío.
Vimes, Zanahoria, Colon y Nobby, Urdo Van Pew, el Patricio, la Hermandad volvían a los libros de los que salieron, desde donde cobraron vida durante muchas horas de ensayo y muchos ratos de funciones. Mis personajes volvían a su carcel de papel, y a nuestra imaginación. Atrás queda el sueño de verlos correteando por escena, de verlos reír, hablar, moverse.
Al principio fue un sueño.
Pero después fue real.
Un sueño TAN real...
Con tantas complicaciones como soluciones, que es lo que lo hicieron más real aún.
Y ahora se ha acabado.
Llevo todo el día reptando, porque aunque creyera (y siga creyendo) que es un alivio, que debo recuperar muchas cosas ahora (a mi familia, mi novia, mis amigos, volver a hablar con la gente sin que tenga miedo de que les meta en algún lío), me sigue dando mucha pena.
Ahora se ha acabado.
Pero no ha estado tan mal ¿no? :D :D :D :D
Se te queda en la boca un regusto a hidromiel, a cinta tack recién cortada, a decenas de comidas rápidas en el patio, a carreras con la máquina de humo.
El sabor más dulce que existe. El sabor no sólo del éxito, sino de saber que no es un éxito baladí, sino que va servir para que mucha gente goce de una educación.
Una pequeña semilla.
La famosa gota de agua en el desierto.
Os quiero.Ya sabéis quiénes sois.
9 comentarios
frank Einstein -
Matías -
Uno es observador, y le ha sugerido su inconsciente que tenían un ligero parecido, y si es así, entonces estoy delante de un verdadero friki y mi saludo será eterno.
Mat -
Al final no pude sacar tiempo para ir, y me dio pena. Ay, qué grande es Terry y todos sus libros.
Me seguiré pasando por aquí.
Patch -
Y sí, ha merecido la pena, cada kebab...
borja -
Veti -
Gracias.
Pié :( -
Pedrogonzo -
Superpera...Zana -
Me ha encantado este post.
Todavía me acuerdo de cuando me dijiste cual iba a ser mi personaje...gracias por haberme dejado formar parte de este sueño en la figura de Zanahoria.Te estaré eternamente agradecido.