Long time no see
En fin, que aquí me tenéis de nuevo. Ha sido una semanita intensa de curro.
La cuestión es que me he estado planteando las cosas de otra manera, sobre todo en cuestión laboral, porque estuve durante mucho tiempo preocupado por si me renovarán o no... Pero al final me he dado cuenta de que ambas opciones son buenas. Si no me meten fijo, pues popdré dedicarme a hacer un par de proyetcoillois personales que tengo por las mañanas. Y si me meten bienvenido sea. Siempre gano.
No os lo he contado pero los últimos Reyes fueron algo agridulces. Otra de mis sobrinas descubrió el secreto. Se metía en todos los corrillos de los mayores a ver si captaba algo que se lo confirmara. Y a pesar de todos sus juguetes se veía tan desilusionada, incluso algo enfadada con todos. No sé por qué, pero me afectó bastante y salí de casa de mi padre con alguna lagrimilla asomando, porque acababa de presenciar la caida de un castillito de naipes precioso. Ley de vida.
Por otro lado, ese mismo día me dí cuenta de lo imbécil que he sido a veces. Hace ya unos años en mi casa sólo me trajeron los Reyes unas botas (¡y qué botas! Preciosas, de cuero, forradas por dentro... una maravilla) Y yo me enfadé como un idiota, que si sólo me habían traído una cosa... No me he dado cuenta de lo imbécil que fui y del daño que podía hacer hasta que vi la reacción de mi hermano con un regalo. Llega un momento en que te das cuenta de que el regalo NO IMPORTA. Simplemente es un momento para ver que se han acordado de tí, y lo más importante: que te quieren.
Siento haberme puesto un poco lacrimógeno, no sé por qué me ha dado por ahí.
Para compensar os pongo un video de una canción que me lleva rondando la cabeza toda la mañana. Me recuerda muchísimo a los Housemartins.
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Squallido -
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