Bailando con Mister Hide
Y seguimos con el tema nocturno. Es que en mi casa el tema de idas y venidas por las noches, gritos mientras duermes, ronquidos y borracheras sonadas da para mucho (en una casa con seis hermanos, es lo que tiene).
Lo que pasa es que ya desde hace un tiempo pude comprobar que yo tengo un lado oscuro. Y se desata cuando quiero dormir.
Vamos a ver, yo soy la persona más afable del mundo e intento ir diempre de buen rollo y no enfadarme con nadie, ser pacífico. Los que me conocen saben que hay que masajearme el escroto a conciencia para enfadarme. Pero por las noches, si quiero dormir, me convierto en un auténtico bastardo.
Por ejemplo, en Roma. Fuimos un montón de amigos de peregrinación en autobús, con el cuello doblado y olor a calcetín rancio incluido. Y cuanod por fin, ya en la ciudad eterna, nos dan un hotel y podemos dormir en una cama más o menos decente, la gente de mi habitación va y se pone a hacer el capullo. Yo sabía que nos esperaban por delante más de 20 horas de autobús, tortícolis incluída, y quería dormir. Y me puse a gritar a insultar, a mandar a todos mis amigos a que les dieran por donde amargan los pepinos. Nos quedamos dentro de la habitación Antonio Q y yo, y no sé por qué jugarretas del destino, cerramos por dentro, creyendo que los otros tenían llave (lo juro, creía que podíais entrar cuando volvieráis) y les dejamos fuera de la habitación y tuvieron que dormir cuatro en una cama (dos chicos y dos chicas, que al final tampoco está tan mal, ¿no?)
Ayer me volvió a pasar y me convertí en el peor bastardo que te puedes encontrar.
Es que yo soy muy oso, y me gusta mucho dormir. Y cuando se me toca el temita....
Lo que pasa es que ya desde hace un tiempo pude comprobar que yo tengo un lado oscuro. Y se desata cuando quiero dormir.
Vamos a ver, yo soy la persona más afable del mundo e intento ir diempre de buen rollo y no enfadarme con nadie, ser pacífico. Los que me conocen saben que hay que masajearme el escroto a conciencia para enfadarme. Pero por las noches, si quiero dormir, me convierto en un auténtico bastardo.
Por ejemplo, en Roma. Fuimos un montón de amigos de peregrinación en autobús, con el cuello doblado y olor a calcetín rancio incluido. Y cuanod por fin, ya en la ciudad eterna, nos dan un hotel y podemos dormir en una cama más o menos decente, la gente de mi habitación va y se pone a hacer el capullo. Yo sabía que nos esperaban por delante más de 20 horas de autobús, tortícolis incluída, y quería dormir. Y me puse a gritar a insultar, a mandar a todos mis amigos a que les dieran por donde amargan los pepinos. Nos quedamos dentro de la habitación Antonio Q y yo, y no sé por qué jugarretas del destino, cerramos por dentro, creyendo que los otros tenían llave (lo juro, creía que podíais entrar cuando volvieráis) y les dejamos fuera de la habitación y tuvieron que dormir cuatro en una cama (dos chicos y dos chicas, que al final tampoco está tan mal, ¿no?)
Ayer me volvió a pasar y me convertí en el peor bastardo que te puedes encontrar.
Es que yo soy muy oso, y me gusta mucho dormir. Y cuando se me toca el temita....
8 comentarios
Nadj -
Cuando no me dejan dormir me enfurezco... Y ME GUSTA
torpin -
Capitán taparrabos -
Frank -
tronco durmiente -
Misósofos -
Particularmente prefiero estar descansado y afrontar todo con más ganas y en un estado de conciencia plena.
Frank -
Evenue -
¡¡Venganza negra!! ¡¡ Venganza negra!!
XDDD