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FRANK EINSTEIN: Walking silly since 2004

Autochocador/ Risas

Caminando por Castellana, observo desde lejos la trifulca cotidiana de dos conductores. Uno aprieta el claxon durante dos segundos (dos segundos de claxon es bastante tiempo. Si no, haced la prueba). El otro no responde o no sabe qué quiere decir. Un simple problema de comunicación. Chocan.

No sé por qué siempre me había imaginado con el choque de dos coches era más espectacular. Pero no, los choques en ciudad a menudo son mínimos, un abollón en la chapa. Y lo más curioso es que suena como cuando estrujas una lata, suena como a lata o a plástico roto.

Y ni siquiera se han gritado ni nada, han bajado de los coches como si se tratara de una rutina, con los papeles respectivos a rendirle culto a la burocracia. Como si conduciendo también fueran oficinistas.

Otro día.

De vuelta del trabajo pasé por delante del Liceo Italiano. Allí varios niños que acababan de salir de clase se apretujaban contra la verja que da al exterior y está algo más alta que el nivel de la calle. Unos dos metros por encima. Habían recogido hojas de los árboles y se divertían lanzando unas pocas cuando la gente pasaba, para dejárselas en el pelo. Parecían divertirse mucho. 

Así deben ser los ángeles cuando dejan caer la nieve. 

3 comentarios

Miki Koishikawa -

parece que no pero las hojas dan mucho juego, uno de los inventos más divertidos (y que podíamos repetir horas) que tuvimos mi hermano y yo cuando vivíamos en madrid consistía solo en tirar una hoja por el hueco de la escalera desde un sexto piso...
leído así parece muy triste, lo sé, pero fue un gran juego : )

Frank Einstein -

Con lo bonico que me había quedado... :D :D

Sergio -

Todo el mundo sabe que los ángeles CAGAN nieve...