¡Amigo, amigo, amigo... amigo!
Mañana será mi despedida de soltero, donde todos los amigos te dan collejas y te dicen lo de que te vas a casar, que vas a perder la libertad y todo eso...
Lo que me ha hecho pensar en la cantidad de amigos que tengo y lo buenos que son.
La amistad es un sentimiento pasado de moda. Un vínculo más típico de tiempos de guerra, de tiempos de necesidad donde un amigo te da la mitad de su mendrugo de pan o toma un balazo por tí. Pero las uniones entre humanos se buscan sus caminos en todas las circunstancias: mis amigos han compartido castigos en el colegio conmigo por cubrirme, o han dado la cara por mí alguna noche que volvía tarde o que no he vuelto a casa. Amigos que estoy seguro que en otros tiempos estoy seguro de que hubieran dado la mitad de su comida o me habrían apartado para recibir un balazo por mí.
Y yo por ellos.
La amistad vende muy poco, por eso no nos la promocionan ni en El Corte Inglés ni nada de eso. No vende. No vas a gastarte grandes cantidades de dinero para expresar a un amigo que le quieres. Sí lo haces por tu pareja, por tus padres... A los amigos se lo demuestras de otras maneras. Y lo más curioso es que tengo la impresión de que la industria, o los capitostes de turno (o la conspiración conspiranoica a vuestro gusto) no sólo no "promocionan" la amistad, sino que la desvirtúan convirtiendola en sospechas de homosexualidad o cosa así. Mezclando el sexo en un lugar en el que no corresponde, como en lo de Epi y Blas, Astérix y Obélix o Batman y Robin.
No, espera. Batman y Robin sí que son gays.
Y toda esta parrafada para vanagloriarme de que tengo muchos más amigos y mucho mejores de lo que creo que merezco. En otra vida debo de haber sido muy bueno.
4 comentarios
Yo -
Pues sí, dice mucho de una persona la cantidad de amigos, sobre todo de los buenos, que tiene. O que no tiene.
sulpeiamap -
DGV -
Ya nos veremos otro día amigo. Un abrazo.
Alberto -