Ideas nazis, estudio, insominio, chorizos y números quebrados
Ayer, entre tos y tos, me vino a la cabeza una idea que me ronda desde hace unos añitos ya.
Iba escuchando el disco de LOVE de los Beatles y se me ocurrió que en un orden para ver el espectáculo yo debería tener preferencia sobre un paleto cualquiera que no tienen ni idea de quiénes fueron los de Liverpool. Cierto es que es una idea muy antidemocrática, maligna y todo lo que queráis, pero siempre he pensado así. De esta manera, no sería tan sólo el dinero el que te haga merecedor de una entrada (camino fácil: ganas dinero de una manera más o menos legal y compras tu entrada) sino que un espectáculo de tales proporciones sería la recompensa a mucho tiempo de estudio y disfrute de la música de los Beatles.
Y así con muchas más cosas.
Por otro lado parece que el frío se alía con mis circunstancias personales, como si Dios considerara que ya es hora de dejar de andar por la calle y meterse en la biblioteca a chapar (a la que será mi última gran chapada de mi vida, en principio). Así que le he hecho caso y me he metido entre libros a leer, leer y leer. También tengo que hacer un trabajillo y tal, pero lo de redactar sobre un tema que me gusta y domino bastante no me incomoda ni me asusta.
Últimamente ando de insomnio. Será por el inminente gran suceso de mi vida, que me hace que le dé muchas vueltas a la cabeza, o por lo exámenes, o el catarro, o todo a la vez, una miaja de cada cosa. En mis ratos de duermevela me pongo a dibujar, que de un tiempo a esta parte me da muchas más alegría de lo que solía, o a jugar a jueguecitos de internet. Incluso hay momentos en los que en mi cabeza empiezan a ir las cosas muy deprisa, muy deprisa, como en un crescendo infinito, hasta que me calmo de nuevo. Ayer, por ejemplo no paraba de relacionar chorizos con quebrados (No preguntéis. Es una larga historia) y de la estupidez y el surrealismo que invade algunos momentos.
Y de que siempre tenga que dar mi brazo a torcer.
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