Ya vienen los Reyes...
Y esta vez no son los de la Zarzuela (cuánto tiempo sin verteeee, Luisa Fernaaaandaaa) sino los de Oriente.
Espero que os traigan muchas cositas, que encontréis la sorpresa del Roscón (recordad que la sorpresa está en el sitio más abultado del rosco) y que disfrutéis con la familia. Yo al menos disfrutaré como un enano viendo cómo disfrutan mis sobrinillos desenvolviendo regalos. A veces hasta se me olvida mirar los míos. Ése brillo en los ojitos sólo lo tienen los niños una mañana al año...
Estuve pensando el otro día que el saber quiénes son los Reyes (si algún niño me está leyendo, no lo dudes: son Melchor, Gaspar y Baltasar) es como un pacto global entre todos los adultos del mundo. Hablamos bajito del tema si hay niños cerca, nos damos codazos si alguno está metiendo la pata... Y cuando un niño lo descubre (yo lo debí descubrir sobre los 11 años o así) se convierte en una especie de "agente infiltrado". Sabe que tiene un secreto, pero no se lo debe decir a los pequeños, entra a formar parte de la Tribu de los Adultos. Y si bien pierde la ilusión de ir corriendo a descubrir cuáles son sus regalos, gana la alegría de ver cómo los demás disfrutan con lo que regala, o viendo a los pequeñitos ilusionarse.
No sé quién me dijo que madurar era pasar del agoísmo al altruísmo. A disfrutar más dando que recibiendo.*
Es posible.
* No me penséis mal, guarretes, que os veo.
6 comentarios
La niña del mar -
Un beso
La niña del mar -
Un beso
www.superperon.blogspot.com -
yo (otra vez) -
La Gata -
yo -
igualito que verte a ti abrirlos... que como has sido bueno, este año ya verás qué regalazos vas a tener...