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FRANK EINSTEIN: Walking silly since 2004

Estos últimos días

Estos últimos días Ya estaríais todos preocupados por mí. Bueno, pues no me ha pasado nada.
El día 26 fue la esperadísima reunión de los HolyDays con un resultado muy bueno. Seguimos estando en forma y seguimos sabiendo pasárnoslo genial todos juntos metidos en dos metros cuadrados rodeados de electricidad estática, instrumentos y buen rollo. ¿Los de Gran Hermano? ¡Aficionados! Nosotros nos pasamos un montón de tiempo encerrados en tres metros y nos llevamos de fábula.
Luego, el día sigueinte, me fuí con Lorena, Chus y Darío a mi pueblo a pasar frío y a comer cochinillo. Además no hemos parado de jugar al frontón (deporte al que todos los que han venido le han cogido el gustillo) y a fumar en la cachimba que me regaló la Lore con tabacos de mil sabores y olores. Y lo más importante de todo es que...¡he aprendido a hacer O´s con el humo! Dicen que la gente tarda mucho, pero claro, como yo soy superguay y tengo que usar mucho mi voz, pues lo he cogido muy rápido.¡Lo contento que me puse! ¡Y el pedal que me cogí, que me fumé una cachimba entera a base de hacer circulitos! Ahora ya, a hacer el barquito, como Gandalf.

Cambiando de tercio.
Ayer estuve con Chemi viendo "Los chicos del coro". Resulta que le ten´çia muchas ganas a esta peli y ya veía que o no la veía, o la acababa viendo yo solo. Como Chemi también tenía esa impresión, nos fuimos los dos al Palacio de la Prensa. ¿Mi impresión? Que hacía mucho todas las películas me parecían largas y la de ayer me pareció cortíiiiisima. Me dije ¿Ya han pasado dos horas? Una película deliciosa (como diría un profesor mío) en la que nos demuestra que incluso la panda de cabestros que tiene como alumnos el nuevo vigilante, el cariño y el darles algo que les pueda interesar a los chicos hace que se ilusionen y vivan algo más felices.
La música, increíble. Las canciones que cantan los chavales son... como escuchar a los ángeles.Y es algo que a mí me toca de cerca, porque mi casa da a un convento de monjas carmelitas y en verano, a las 7 de la mañana te despiertan cantando y te regalan el despertar más dulce que existe. Te crees que te has muerto y has ido al cielo.
Toda esta música... debe tener algo, porque tanto el Gospell (con el que es imposible no bailar o ponerte a cantar con ellos y dar palmas) y esta música coral (que hace que se te encoja el corazón) deben estar hechizadas o algo así. Pero con magia blanca, eso seguro.

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